Tuesday, January 09, 2007

¡Bienvenido 2007!

¡Feliz Año Nuevo, mundo!

Se cuentan ya los años que he pasado la navidad fuera de casa por pares, y ya me he hecho la promesa de que el año que viene, me mande esta vida a donde me mande, volveré a España para pasarla con los míos. ¡Pero no adelantemos acontecimientos!

El mes de Diciembre fue muy movidito. Empezó con un puente que aprovechamos para ir a la Isla de Utila, en el Caribe Hondureño, para bucear los arrecifes de coral con nuestro querido amigo Chisco, conocido desde entonces como PARTYMAN.



Chisco y yo en barco hacia Utila

No tuvimos suerte con el clima, ya que el 80% del tiempo estuvo lloviendo. No obstante, todo estaba a la misma temperatura: el Caribe, la lluvia, el aire... ¡todo templado! así que realmente no importaba demasiado que lloviese o no.

Utila es una isla chiquitita, hermana pequeña de la isla de Roatán, esta mucho más masificada y preparada para el turismo 5 estrellas. Utila es además una pequeña colonia de buceadores donde se habla en partes de 40 - 60 % el Español y el Inglés respectivamente. No intenteis entender a los autóctonos de allá, sea cual sea vuestro idioma y vuestro nivel de especialización, no podreis entender mas que palabras sueltas. Todos se conocen, desde que pones un pié en la isla te das cuenta de que no se puede ser extraño allí. Cuando sales 2 veces de marcha las caras te suenan, la gente empieza a saludarte y todo parece que lo conocías en otra vida, formas parte sin darte cuenta de su dinámica, de su ecosistema.


Primera tarde en Utila. Atardecer impresionante

La isla nos recibió con los brazos abiertos desde la primera tarde, donde pudimos disfrutar de uno de los atardeceres más impresionantes que mis ojos han visto, con la compañia de "Jungle" (A la izquierda en la foto) un californiano que nada más ver mi armónica cromática no se separó de nosotros en toda la tarde. Es buena costumbre en estas tierras, que cuando alguien se te siente al lado le prestes atención a lo que te dice, porque de bien seguro es interesante. Y no iba a ser una excepción nuestro amigo "Jungle". Este hombre es una eminencia del buceo, y decidió retirarse a la contemplación tras la barra de este bar del Caribe, con la única compañia de sus armónicas y los viajeros que de una forma u otra el destino siente en su barra.


¡Zapatillas reutilizadas! :-)

En el bar Bar-Acuda pasamos la mayoría del tiempo, escuchando música en directo, esperando para irnos a bucear, bebiendo cervezas, etc. El techo de este bar estaba atestado de zapatillas que los buceadores rescataban del fondo del mar y las colgaban allí, como buenos amantes de la naturaleza.


Juan Luis y yo bebiendo cerveza hondureña

La fiesta en Utila puede dividirse en dos grupos: Fiesta para extranjeros ; Fiesta para autóctonos, con la principal diferencia de que la fiesta para autóctonos era solo reguetón y tenía 2 policías en la puerta de la discoteca. Evidentemente, la fiesta para extranjeros estaba bien, pero ir a Utila y no marcarse un Reguetón loco en un auténtico "antro catracho" ¡es un delito! así que allá que fuimos a pegarnos un baile sin mirar mal a nadie ;-) Es en estas fiestas donde Chisco fue declarado por mi PARTYMAN oficial. En una ocasión, a eso de las 3 de la madrugada, la pista de baile que daba a la playa estaba vacía, sonaba House loco y la gente empezaba a amuermarse con su copa en la mano. ¿Se había acabado la fiesta? ¡NO! allí entró Chisco sin camiseta pegando botes al tiempo que gritaba: - UUUUUUUUHHHH!!! ARE YOU READY FOR THE PARTY!!! - Inmediatamente salté tras de él a bailar bajo la llovizna caribeña mientras que la gente poco a poco se iban sumando. Al día siguiente... ¡a bucear!


Barco, material y nosotros.



Buceando en el arrecife.

Bucear fue toda una experiencia. Es como ver otro mundo distinto, estar en otro planeta, formas y colores imposibles, peces de todos los tipos imaginables y sin contaminar por el humano, esto es, no uían de nosotros, por lo que casi podías rozarlos.


Buceando en el arrecife.



Buceando en el arrecife.



Al regresar.



Navidades caribeñas ;-)

Volvimos de Utila un Domingo, tras un vertiginoso viaje en coche por las carreteras centroamericanas (que no son el problema realmente, si no los que circulan por ellas). Es raro que yo pase miedo en un coche, pero aquí lo consigo a menudo. Nada más llegar a Guatemala, me esperaban los billetes de avión para irme el Lunes de madrugada al Salvador por motivos de trabajo, así que ... ¡Qué remedio! ¡Habrá que sacrificarse y volar hasta allá!

Hotelito al que fui: Sheraton Presidente *****

La gente del Salvador excepcional, como viene siendo costumbre. No tengo demasiadas fotos de este viaje porque las chicas de la oficina aún no me han enviado las que nos hicimos con sus cámaras. Tuve la suerte de poder asistir a 2 fiestas oficiales, una de las cuales se rifaban todo tipo de chorraditas: quesos manchegos, vinos, libros incluso móviles! HAbría unos 70 regalos y unas 90 personas..... por supuesto les tocó algo a las dos becarias, salieron los números del 150 al 160 excepto el 157 que era el mío. ¡Pero bueno! no se le puede pedir todo a la vida, ¿no? así que con una sonrisa en la cara acepté el bote de aceitunas de consolación que me regaló una de las becarias y leí el resumen del libro que le había tocado a la otra ;-) el que no se consuela es porque no quiere.

Solo tengo fotos del hotel :-(


En una de las fiestas pusieron un Karaoke de villancicos. Nunca antes había escuchado a una multitud cantar peor. No sé si será norma general de El Salvador o mala suerte, que todos los empresarios y diplomáticos allí reunidos que cantaron lo hacían tan mal que al público solo nos quedaba reirnos.

De vuelta hacia el aeropuerto, el minibus que llevaba a la gente del hotel hasta el avión iba vacío así que le dije al conductor si me podía sentar alante con él. Además no había conocido prácticamente a nadie del Salvador, así que no podía dejar pasar la oportunidad de intimar un poco con un Salvadoreño.

Hablando sobre El Salvador

Nunca antes había sentido un dolor en los brazos tan grande como el que sentí en este país. En mi viaje a Honduras cometí el grave error de no llevar bañador ni ropa de deporte por lo que no puede disfrutar de los sevicios que el hotel ofrecía. Esto no ocurrió en El Salvador por lo que la primera tarde de Hotel, fui al gimnasio todo contento a hacer deporte.

Allí había una monitora de Fitness al más puro estilo Barbie Latino de portada de revista (véase http://www.onlinesports.com/images/vs-fitness.jpg). Yo me puse a hacer bicicleta estática para calentar un poco, durante 10 minutos. Estaba yo viendo la tele concentrado en la bicicleta cuano oigo una voz:

- Buenas tardes! usted es nuevo por aquí!
- Sí! vine hoy, y quería hacer un poquito de deporte, a ver si me pongo como los chicos de esos posters que tienes en la pared.
- No me lo puedo creer! un español con sentido del humor! (de nuevo supieron de donde soy nada más abrir la boca)

El caso es que la tuve allí como 20 minutos hablandome de sus planes de futuro y de su vida cotidiana cuando se le ocurrió la feliz idea de hacerme una tabla de ejercicios. Yo le dije: - Pero si es que voy a estar aquí 5 días, no merece la pena, no? - Que sí que sí! ya verás como lo notas...

¡Y vaya si lo noté! estuve 3 días sin poder levantar los brazos más de 60º con respecto al tronco. Por supuesto, no volví a pisar el gimnasio hasta que me fui.

Al poco de volver llegó la Navidad y Noche Vieja.

Fiesta previa a la Navidad. Sí, es sidra el gaitero :D

La Noche Buena la pasamos en casa comiendo un plato cocinado por nosotros... qué quiere decir eso? que no salió como esperábamos, pero que como no había otra cosa, ¡había que comérselo!

Noche Buena, el fotógrafo es Kike

La verdad es que el pescado estaba seco y algo quemado, pero el kirsch (¿se escribe así?) que preparó Olalla salvó la cena.

Muy buena pinta, la verdad, no tiene :D

Tras cenar estuvimos tomándonos unos Rones Añejos como está mandao frente a la tele, y e ahí AFTERPARTY! para una noche que no cierran las discotecas antes de la 1, había que aprovecharla, no? Así que estuvimos hasta las 4 dando saltos al ritmo del HOUSE de nuestro colega local DJ QUECO.

Tengo que agradecer desde aqui a Elsy, a Mamei, a Ñor etc su hospitalidad por invitarme a cenar con su familia en Noche Vieja. Fue todo un placer y lo pasé genial enseñando a hablar con acento español y aprendiendo expresiones chapinas como CEROTE PISADO HIJO DE LA CHINGADA mientras le tiras cubitos de hielo al susodicho. Ver como todo el cielo de Guatemala se llenaba de colores gracias a los fuegos artificiales que queman cada familia fue toda una experiencia. Muchas gracias de nuevo por vuestra hospitalidad.

Añado ahora algunas fotos de las fiestas y eventos a las que he asistido en Diciembre y Enero, y aprovecho para despedirme de todos deseando un MUY FELIZ 2007, estoy seguro de que será un año genial. Os echo de menos españoles. Gracias por todo Guatemaltecos.

Fiesta en la Antigua por el cumple de Virginia y el mío

Gracias a Anibal (derecha en la foto) dueño del local por invitarnos a esas 2 cucarachas. Pude por fin en esta fiesta poner en práctica mis 2 clases de Salsa, ¡Que espero que vayan seguidas de otras muchas!

Virginia y Anapa, copa en mano, bailando en Limbo improvisado


Gustavo (alias MaricoBrother), Virginia aplastada y yo




A nuestras espaldas, el Volcán Agua


Fiesta en casa, por poco nos echan del edificio.


Un abrazo a todos.

Monday, November 20, 2006

No hay dos lugares demasiado lejos.

Y es cierto: No hay dos lugares en la tierra demasiado lejos si lo que te empuja a desplazarte no es solo el destino. En el siglo XXI en el que nos encontramos, no existen dos puntos en el planeta que no puedan unirse en un día de viaje. Cuando estamos sentados en nuestro sofá, viendo esos documentales del National Geographic y vemos volcanes en erupción, catedrales de ensueño, playas paradisiacas o ruinas de civilizaciones extinguidas hace 1500 años, debemos saber que si nos lo propusiésemos, podríamos estar allí en menos de 24 horas de viaje y muy probablemente, por menos de 1000€.

Válgame el ejemplo: El día 1 de Noviembre, el coro "Ciudad de Almería" del que tengo el inmenso placer de formar parte iba a dar una serie de conciertos en Alemania. Evidentemente yo, por estar en la otra punta del mundo no podía asistir al evento para el que nos estábamos preparando desde hacía ya meses. Imaginad cual fue la sorpresa de todo el mundo cuando aparecí allí el día 1 de Noviembre, a las 8:30 de la mañana, en el Albergue Juvenil de Colonia mientras todos desayunaban.

Improvisada cama en el trayecto NY- Colonia

Fueron 16 horas de avión con el trayecto Guatemala - Huston - New York - Colonia, pero dios sabe que mereció la pena. Fue un viaje de experiencias emocionales, musicales y personales. Todo, desde el frío invernal que hacía tanto tiempo que no sentía hasta la sensación de cantar en la Catedral más Alta de Europa pasando por el volver a ver las forestas germanas y la gente a la que adoro. No entraré en detalles personales y emocionales, pero puedo decir con la boca llena que no habría cambiado ni un solo ápice todos y cada uno de los segundos que pasé desde que puse el pie en suelo alemán, hasta que partí hacia NewYork de nuevo.

Impresionante Catedral de Colonia.

Desde aquí quería agradecer al Coro de Euskirchen su excelente amabilidad y hospitalidad. Los lectores de este blog pueden hacerse una idea del buen ambiente del coro observando este vídeo: http://www.youtube.com/watch?v=XJZcn3fS2Lo Merece mención especial el haber podido ver de nuevo a mi madre y a Marta, ambas sopranos del coro y ambas muy importantes para mi. Gracias a Victor Navarro, queridísimo ministril, y a mi amiga Carmen por ser complices de mi secreto en la sombra.

Mi madre, Marta y yo en un bosque alemán.

Tirados en la moqueta del albergue.

Miguel Angel, Cristina, yo y Naira, en ese orden.

Haciendo el ganso en el albergue xD

¡Ministriles sueltos por Alemania!Achtung!!Achtung!!

De vuelta a la realidad guatemalteca y aún con la nostalgia de mi regreso de tan dulce sueño germano, tuve el placer de conocer en una recepción en el Centro Cultural Español al ministro de Administraciones Públicas Jordi Sevilla, un hombre de conversación amena, sencillo y asequible. Como siempre, aprendí mucho en la conversación que mantuvimos entre los becarios, Isabel, el Embajador, el Consejero y el Ministro. Ellos hablaban y yo aprendía y tomaba nota.

En la recepción del ministro.

Que pena que sea de mal gusto sacar una cámara de fotos y pedirle al ministro si te puedes echar una foto contigo... Es más la verguenza de tener a todo el mundo mirándote y pensando: "mira este chaval, primera vez que ve una personalidad" que el hecho de tener una foto con él. Lástima que nadie se lo pide! así ya habría antecedentes de gente que lo hizo y sería un mal menor ser el siguiente.

Al poco tiempo de volver de Alemania, aún en las nubes, me anunciaron que tendría que desplazarme a Tegucigalpa, capital de Honduras, para resolver unos asusntos en la oficina de allí. Tras 2 horas de vuelo con escala en El Salvador, llegué a mi hotel... Sabía que los hoteles a los que te enviaba el ICEX no eran malos, pero creo qeu puedo decir sin equivocarme que este es el mejor hotel en el que he estado nunca.

Parte de la habitación del hotel.

Lástima que no estaba al tanto de los servicios del hotel, ¡si no me hubiese llevado el bañador y ropa de gimnasio! La gente de Honduras es como viene siendo común, super amable y agradable, simpáticos y extrovertidos.

Una noche, al salir de la oficina nos fuimos de cervezas a un restaurante de cuyo nombre no puedo acordarme (Ruby Tuesday creo). Allí picamos 4 cosas, conocí a gente interesante, generalmente de naciones unidas. Tras salir del restaurante se descolgaron todos excepto el chico ICEX, que como viene siendo habitual, le gusta vivir tanto dedía como denoche (nuestra fama nos precede). Me dijo: ¡Qué, tio! nos vamos a un bareto super catracho? - Venga! - respondí, temeroso de que se me callesen de nuevo encima las 4 paredes de la habitación, puesto que eran las 9 pm.

De cervecillas en "Tegus"

Yo me esperaba una discotequilla ambientada en plan maya y tal, pero cuando llegamos, era una cochera con una barra donde el camarero apenas podía dar 2 pasos, y con una televisión conectada a un DVD por toda iluminación (no se veía nada). A favor del lugar, podía decirse que la música que sonaba era muy buena, dificil de escuchar en latinoamérica: cold play, U2, Steward, Keane y demás genios. El caso es que nos sentamos a bebernos otras cervezas (salvavida, el orgullo nacional catracho!) y se pone al lado nuestra una mujer de unos 55 años si no 60 a beber y a mirarnos de vez en cuando. En un alarde de buen gusto, el indiesito que servia las cervezas y ponia la música en el DVD se puso unas bulerías de paco de lucía que se me caía la baba. No pude contenerme y lancé un par de ¡VAMONOS! ¡OLE! mientras hacía palmas al ritmo de las bulerías.

Esta mujer se me acerca un poco más y se inclina como para decirme algo:

- Los andaluces teneis otra sangre distinta, se os nota en cuanto abrís la boca al escuchar un flamenco -

- jajaja, gracias! le gusta el flamenco?

- Mi abuelo era español, y siempre me ha gustado España y su cultura...

Al poco, sonó una salsa. No podía perder la oportunidad de seguir la conversación, venía rodado:

- Y esto es de aquí no?

- Si! bueno, esta es más bien de colombia, pero esto es lo nuestro! vos sabés bailar Salsa?

- Bueno! estoy aprendiendo! pero seguro que usted es una maestra! - dije

- Aaaah, ¡los europeos no os atreveis a bailar! - respondió mientras miraba hacia arriba, como indicando que somos una causa perdida.

Evidentemente, cuando me dijo eso, pegué un salto de la butaquilla y me puse a bailar salsa, ella me seguía de bien cerca. me dijo:

-Mira! esto se llama el rastrillo!

Inmediatamente después, paró estrepitosamente el vaivén típico de la salsa, que bailaba con una solera y encanto que solo alguien que la lleva bailando décadas puede hacer, se agachó unos centímetros mientras estiraba su pierna izquierda hacia un lateral, y la recogía lentamente mientras se incorporaba, con los brazos muy pegados al cuerpo. Me recordó un paso de tango.

Vistas desde mi ventana del hotel.

De repente vi en ella a Celia Cruz, vi la salsa en su estado más profundo, a nivel de cultura que te corre por las venas. Para esa mujer bailar salsa era como el respirar, formaba parte intrínseca de su vida y le salía por los poros... ella era salsa. Inmediatamente, cuando las 5 o 6 personas que estaban alli vieron a dos europeos bailar con "la profe" (que así me enteré después que la llaman) se levantaron de un salto de la silla y como por arte de magia se llenó el localucho (entiéndase por llenarse 7 personas incluidas el camarero que también bailó, no cabían más) que no era más grande que un cuarto de baño del Consevatorio de Almería, de gente bailando salsa. Ya no nos dejaron solos más en toda la noche, y por hacernos el gusto, pusieron "19 y 500 noches" de Joaquín Sabina. Como no podía ser de otra forma, empecé a cantarla evocando mi tierra: España, pero cual fue mi sorpresa cuando vi que la gente me seguía al pie de la letra toda la canción... Se la sabían de memoria :D En conclusión, toda una experiencia genial que se suma a muchas otras que se pueden vivir y se viven, aunque uno no quiera, en tierras
centroamericanas.

Las dos chicas de la izq. son de esa noche.El resto, ICEX y Naciones Unidas.

En otro orden de cosas y para finalizar, ayer tuve la suerte de poder subir al Pacaya, volcán activo más cercano a la ciudad de guatemala.

Tras una hora de coche llegamos a la ladera del volcán. Al rededor de unos 12 o 13 niños nos rodearon el coche nada más llegar corriéndo al rededor de él. Les seguían 6 o 7 hombres montados a caballo... Tengo que confesar que nos pusimos un poco nerviosos ¡pues atosigaban hasta a las moscas! Nos preguntaron unas 7 veces por niño a cada uno de nosotros si queríamos un guía para subir un volcán o un bastón para ayudarnos a caminar, mientras que los hombres nos ofrecían sus caballos para subir al crater. Dijímos que no a todo, deseando que nos dejasen tranquilos para poder disfrutar del senderismo. Aún cuando comprábamos las pilas para las linternas (pues se estaba haciendo denoche) nos rodeaban y nos seguían ofreciendo, incansables, sus servicios.

Menos mal que cuando empezamos el trayecto se quedaron atrás y pudimos entonces empezar a apreciar la belleza del paisaje nocturno. Además de por nuestras linternas, el camino se iluminaba a un lado y a otro por las luciérnagas, que marcaban las lindes del camino con su ténue color amarillo. La brisa movía los inmensos árboles que servían de bóveda del bien marcado caminillo, creando un ambiente mágico que ya me es familiar en Guatemala. Al llegar al final del camino la niebla no dejaba ver más allá de 2 metros, y la luz de la linterna apenas iluminaba a nuestro compañero de al lado.

Solo con el flash se podía ver algo.

Invitados por la pendiente, pues el crater no podría estar en otra parte que al final de la tremenda cuesta seguimos avanzando, subiendo en cada paso, hasta que por fin, el ambiente empezó a notarse un poco más cálido y la niebla, en el cielo, parecía tomar un leve color rojizo... Supimos entonces que nos estábamos acercando.

Fue entonces cuando el suelo se transformó en un campo de cuchillas.

Si te caes lo pagarás caro

del cesped y arena que veníamos pisando hasta entonces pasamos a un páramo inimaginable. Imaginad un paisaje tan desolado, violento y yermo como podais... lo teneis ya? pues ahora pintadlo de negro profundo y rojo intenso, añadidle frio polar en un segundo y calor infernal en el siguiente.

Entre las grietas de las cuchillas se adivinaba el calor...

Guiados por el cielo rojo que se hacía cada vez más intenso íbamos avanzando. En nuestro camino por aquellas afiladas rocas inmensas, avanzábamos penósamente mientras miembros de nuestro grupo iban afirmando que no estaría mal cambiar de idea y regresar. Había que tener cuidado de donde ponías el pié, porque si te caías lo pagarías caro y el suelo en algunos puntos estaba ardiendo. Despues de avanzar por aquel campo de lija infernal durante unos 30 minutos nos cruzamos con unas personas que contaban con guía, y volvían con prisa, casi preocupados: No sigais más! la lava viene hacia aqui bastante rápido, al ritmo que nosotros andamos! yo no avanzaría mucho más.

Al oir esto nos dieron más ganas aún de continuar! así que con renovadas fuerzas avanzamos con mucho cuidado, escalando rocas y saltando acantilados negros cuyo fondo no veíamos. Las pilas de las linternas empezaban a agotarse y esto si que realmente me preocupó, pero el calor y el cielo rojizo nos guiaban. No habría problema en llegar, siempre que nadie perdiese el equilibrio y que quedase alguna linterna viva.

a veces echaba fotos al vacío para ver qué nos rodeaba con el flash.

De repente, al retomar una loma de piedras más grandes (hubo momentos que parecía que saltabamos de camión en camión, colocados de formas imposibles y con pendientes dificilísimas) nos encontramos con el tesoro que andábamos buscando.

Las lenguas de lava avanzaban lentamente. Impresionantes

Iba yo el primero retomando la loma y alumbrando con mi linterna, cuando me encontré con uno de los espectáculos más bellos que he visto en mi vida. Desde el crater que salpicaba lava cada 40 segundos avanzaban ríos rojos arrastrando y fundiendo las cuchillas negras que nos tenian las manos sangrando.

El flash de la cámara le quita intensidad al rojo, pero era realmente vivo en la oscuridad total de la noche.

El calor no me dejaba acercarme apenas más a la lengua de lava para poder fotografiarla mejor, pero creedme que es totalmente impresioante. Los zapatos rotos, tobillos arañados y manos rajadas merecieron sin duda la pena por ver lo que tantas veces había visto en televísión pero que no podía imaginarme con que intensidad se vive en directo.

Tuve que echar la foto con la chaqueta en la cara. El calor era insoportable

Después de pasar unos 40 minutos viendo avanzar la lengua por el campo negro con cara de atónitos nos decidimos a volver. Pero para entonces las pilas de las linternas ya estaban lanzadas a la lava, y solo nos quedaban 2 linternas vivas con pilas de muy mala calidad recién puestas... o aguantaban o no podríamos volver y habría que esperar a que amaneciese en aquel páramo.

Sven, JL, Virginia, Pacome, yo y Johana, en ese orden

Al alejarnos de la lava, la niebla volvió a envolvernos de nuevo, aún cuando todavía estábamos en el desierto de lava seca. Antes nos guiaba la luz roja del cielo, pero al volver no teníamos referencia alguna. Algún miembro del grupo se calló en una grieta y hubo que sacarlo casi en volandas porque se achichiarraba el culo. Menos mal que en la grieta donde se le travó el pié no había lava, porque se hundió como 20 centimetros entre 2 rocas.

Estábamos perdidos. Era una cuestión de tiempo el que ese desierto se acabara y pudiesemos pisar de nuevo cesped, pro lo que seguimos avanzando. Las pilas escaseaban de verdad y temía tener que buscar una piedra medio lisa y medio templada para poder pasar la noche acurrucados alli y esperar a que el sol nos rescatase, pero cuando aquel desierto de cuchillas parecía no tener fín, nuestros pies pisaron algo blandito... cesped! Por fin habíamos salido de allí, pero ahora había que encontrar el caminito.

Recordábamos haber seguido una valla para llegar allí, por lo que el siguiente paso era localizarla. Finalmente, después de dar muchos palos de ciego dimos con la valla y nos dispusimos a seguirla. El ambiente parecía una película de miedo, típica de Halloween, al más puro estilo "The Blair Witch Project".

Hasta la verja era tétrica

Por fin despues de adivinar el camino por la niebla y acabando el trayecto a oscuras pudimos volver a nuestro coche, comprobando con alegría que todo el mundo dormía ya.

Al volver, caí en la cama rendido y dormí como nunca. Recordé en mi trayecto a personas muy queridas para mi, que hubiese dado cualquier cosa por oirlas a mi lado en este viaje, opinando y enseñándome. Son: Mi padre, mi primo Sergio Delgado y mi gran amigo Javier Aguila. Los tres hubiesen alucinado.

Un abrazo a todos. Sigo creciendo con mis experiencias...

Tuesday, October 24, 2006

Ruinas Mayas y Caribe Hondureño

Ya han pasado una sucesión de acontecimientos lo suficientemente relevantes para ser contados ;-) Pronto hará un mes de mi estancia en Guatemala, y salvo por la añoranza a mi gente española y la inseguridad ciudadana, podría decirse que estoy agusto y contento en mi nueva vida.

Tuve la suerte de ser invitado a la recepción que el embajador celebra anualmente el día de la hispanidad en su casita.

Entrada de su "casita"

Tuve la oportunidad de conocer a diversas personalidades guatemaltecas y de descubrir asombrado que ya conocían las fiestas en nuestras terrazas "after hours". No he visto en toda mi vida mejores vistas para una casa que las del Embajador. Imaginaros que estais en una piscina en vuestra terraza y que al girar la cabeza a la izquierda veis una selva infinita que se pierde a la vista, con nubes entre los árboles y un pequeño río que refleja la luz del sol entre dos grandes montañas. Pues eso es lo que vé este hombre y su familia al levantarse de la cama. El dinero no da la felicidad, pero sin dinero es dificil ser feliz...

Se le coge un cariño especial a la bandera cuando se vive en el exilio.

Nacionalismos aparte, la bandera española simboliza tu tierra. Cuando la veo me recuerda a mis playas de Almería, a mi familia, a mis amigos y amigas, a mi música, a mi vida en España en general, y no puedo menos que alegrarme.

En otro orden de cosas, este viernes pasado fue la celebración del día de la revolución de Guatemala. Aprovechando este acontecimiento, nos fuimos a Copán, en Honduras a ver una de las ruinas Mayas más impresionantes de las que hay por aquí. Nada más salir de casa, subidos en nuestro flamante mercedes nos disponíamos a viajar muchas horas por las peligrosas carreteras hondureñas cuando PUM! no habíamos andado ni 20 metros cuando nos estrellamos contra un coche... El la parte derecha del morro del mercedes echado abajo. ¿Qué hicimos? Coger otro coche y repetir el proceso :D

Frontera Guatemala - Honduras. ¡Avituallamiento!

Conducir por Guatemala es toda una experiencia. Podrás ver a camiones cargados ir a 100 km/h en una curva mientras adelanta a 5 coches en fila. ¿Qué ocurre si viene un coche de frente? Pues que los coches a los que adelanta se salen al arcén, el coche de frente también se sale al arcén contrario y el camion se queda en el centro de la carretera... solucionado! El que no se consuela es porque no quiere. Llegamos sin incidentes a Copán, un pueblo precioso de suelo empedrado y gente amable. Esa noche dormimos por 3 € cada uno en un albergue llamado La Iguana Azul, donde los únicos que hablábamos español éramos nosotros :).

Habitación en la que dormimos los 5

Nada más dejar las mochilas en la habitación, nos fuimos a ver las ruinas mayas. Copán Ruinas, que así se llama el complejo, está situado a las afueras del pueblecito de copán, rodeado o mejor dicho, integrado en la selva. Para los europeos, cuando vemos en los documentales de la tele esas pirámides y estelas mayas, nos parece como algo surrealista, como que está en otro mundo que nunca veremos, al menos a mi me pasa. Es por esto que cuando pude enfrentarme a una de ellas, fue como un sueño hecho realidad.

Andando por el campo de pelota

Siempre había tenido la curiosidad de comprobar si realmente las pirámides estaban alineadas con su sombra y el sol. Así que en cuanto llegué recé a los dioses mayas para que las nubes me dejaran un poquito de sol y poder comprobarlo. En cuanto acabé mis danzas rituales y letanías varias, efectivamente las nubes desaparecieron y pude fotografiar y cerciorarme de que las pirámides están perféctamente alineadas. Véase en la foto. Además, yo imaginaba las ruinas mayas como pirámides aisladas donde se hacían rituales, pero hay ciudades enteras con sus plazas, sus estadios, sus lavaderos etcétera.
Fotos a la sombra de las pirámides

La selva y las ruinas se fusionaban en uno, dando un ambiente mágico a las construcciones. La humedad ayuda a mantener todo verde y las piedras llenas de líquenes y musgo.

Escalinata en cuya cima se sentaba el Rey.

Parte de las ruinas con la selva al fondo.

Pirámide de Sacrificios

Escalinata

Panorama... siempre en busca del arte ;)

Vimos además cantidad de animales que pululaban por allí. La mayoría de ellos ni los conozco, pero los que más llamaban la antención eran los papagallos. Podría poner mil fotos, pero valgan estas como ejemplo.

Esa noche nos comimos unos nachos catrachos y un plato típico hondureño (nótese que al igual que los guatemaltecos se llaman a si mismos Chapines, los Hondureños se llaman Catrachos). Todo, con un par de cervezas incluidas dudo que nos costase más de 3.5 € por cabeza.

¡Nachos Catrachos!

Pub intermedio entre la cena y la disco

Seguidamente nos pegamos una fiestecilla en una discoteca provinciana, donde todos bailaban reguetón y salsa como locos. Cuando uno lleva bailando música latina 2 horas, realmente te apetece bailar CUALQUIER OTRA COSA. Por eso me acerqué al DJ y le dije que si podía poner algo más electrónico, más techno. Dos Canciones más tarde, efectivamente, lo puso. Los españoles empezamos a pegar botes y a bailar como si estuviesemos solos! el problema fue que cuando nos dimos cuenta, efectivamente estábamos solos. ¡Todos los hondureños se habían salido de la disco en estampida! Desde luego, son culturas diferentes. Cuando volvieron a pinchar latino, la discoteca volvió a llenarse y nosotros nos fuimos al karaoke. Mis compañeros me insistieron en que cantase (quien me manda a mi decir que canto en un coro) y así lo hice. Al final todos nos arrancamos y nos cantamos unos cuantos temazos.

Al salir de la disco (que creo que se llamaba iguana, como el albergue) escuchamos el suave murmullo de música disco en la noche hondureña... pum pum pum pum pum... ¡no puede ser! ¡house en copán! tras seguir a nuestros oidos, llegamos a una cabaña hecha con madera y hojas de palmera, donde un chico casi alvino pinchaba en la barra de del bar con un buen gusto impresionante. Unas diez personas anglosajonas, sudando como no puede ser de otra forma, bailaban al estilo "cocoon club" de Frankfurt y allí nos unimos a ellos hasta las 4am. aproximadamente.

Caminando por Copán

A la mañana siguiente partimos rumbo a TELA, playa caribeña de honduras y lugar relativamente tranquilo. En Tela, nada más llegar, paramos en la playa a pegarnos un baño en las templadas aguas del Atlántico. Comimos en un chiringuito playero con ojas de palmera tan típicos por esta zona y les compramos un par de cocos a dos negritos de 8 años que iban vendiéndolos con su pedazo de machete para partírtelos. Tengo una foto con estos dos niñitos, pero está en una cámara que aún no ha caido en mis manos.

Perspectiva de Tela. Al fondo donde comimos.

Tras dar varias vueltas, en nuestro afán por involucrarnos con el pueblo autóctono, por fin encontramos un hotelito familiar llamado Bertha's que nos costó aún más barato que el de copán. Aquí nos sucedió un episodio curioso. Mi compañero Juan Luis, el chico que aparece conmigo en la siguiente foto, se estaba dando una ducha de agua fría (ya que no había otra) cuando vió que por el desagüe empezó a salir un extraño bicho...

En la puerta del hotel Bertha's

Al principio supuso que era una cucaracha, además el agua que caía por el desagüe parecía hacerle salir del mismo muy lentamente. Cual fue su sorpresa cuando vio que lo que estaba saliendo del desagüe ERA UN ESCORPION!

Ni a Hitchcock se le hubiese ocurrido.

En cualquier caso, solo te queda tomártelo con filosofía y buen humor, coger la cámara de fotos y compartirlo con el mundo. Menos mal que se estaba duchando con chanclas! ;-)

Esa noche tuve la suerte de probar una de las comidas más buenas que he comido nunca: La caracola encocada. Fuimos atendidos por un camarero que parecía que había salido de Jamaica: "Oye brother! que cosa es la que tu quiere! yo me pediría un pecadito con ajito que ta bieeeen rico!". Tras la cena, fuimos a una discoteca bastante decente y grande, llena de gente bailando en parejas música latina. Adivinad como se llamaba la discoteca... SORPRESA! IGUANA! como todo en el caribe xD. Tras las 3 horas ininterrumpidas de música latina de rigor, tuve que ir a hablar nuevamente con el DJ para que pusiese algo más europeo: House. Cual fue mi sorpresa que cuando lo pincharon la gente no se fue! así que fueron intercalando temillas entre reguetones y merengues. Así pasó la noche, aumentando nuestra destreza en el baile latino a base de prácticar con profesionales y fijándose bien como se hace. Al volver al hotel, fuimos acompañados por 2 hondureños, que tuvieron que tragarse toda una lección del evangelio por mi parte (evangelio en mano, que conseguí en una iglesia evangelista de devotos cantores, ¡les intentaba convencer de que no pecasen!), mientras Carlos, otro chico que venía en nuestro viaje, les decía que les dejaran 20 Lempiras para pagar el taxi en un tono muy español.

La calle de nuestro "hotel".

Al día siguiente, volvímos en un largo viaje, parando por el camino para ver el Real Madrid vs Barcelona donde pudimos ver la 2ª parte del encuentro. Una mujer se me acercó a la mesa donde estaba comiendo y empezó a hablarme en inglés: No te comas esa ensalada! no sabes lo que te puede dar si te la comes! aqui lavan la verdura fatal!... - Thank you! le dije, y así le hice caso, no la probé. No obstante la comida como siempre, estaba buena y era barata. Llovió como no he visto llover en mi vida durante el camino y cometimos la imprudencia de viajar denoche por la carretera del Atlántico. En cualquier caso, gracias a la lluvia, el tráfico era denso y por lo tanto las probabilidades de problemas menores.

En definitiva, el viaje fue excelente, cargado de experiencias y risas, de calor y bellas vistas, de lluvia y baile ... ¿qué más se puede pedir?

¡Besos a todos!

Pd. Antes de que se me olvide y para que quede constancia de que he cocinado: